La producción de la Hyundai Santa Cruz arrancó en EE.UU.
La presentación oficial de la Hyundai Santa Cruz, llevada a cabo en abril pasado, fue, indudablemente, la más importante de este año para la marca surcoreana, porque representa su debut en el segmento de camionetas. Dos meses después, el fabricante dio inicio a su manufactura en una de sus fábricas más modernas, ubicada en Montgomery, Alabama (EE.UU.).
Allí, la Santa Cruz comparte las líneas de producción con otros cuatro modelos Hyundai que se comercializan en ese país: Elantra, Sonata, Tucson y Santa Fe. Sin embargo, su entrada a la cadena de montaje ameritó varias modificaciones tanto de la infraestructura como de los volúmenes de producción, para ajustarse a la demanda del mercado.
Como se puede apreciar en las imágenes, la Santa Cruz está basada en el Tucson de cuarta generación y, al igual que el SUV, tiene una estructura monocasco en lugar de una carrocería montada sobre un chasís de largueros, como sí la tienen varios de los rivales con los que medirá fuerzas. Estará disponible con dos motores de gasolina de 2.5 litros, el primero atmosférico con 190 caballos de potencia y el segundo turboalimentado con 275 caballos. Ambos motores están asociados a una transmisión automática de 8 velocidades (de doble embrague, en el segundo caso) y cuentan con sistema de tracción total.
Inicialmente, la Santa Cruz solo se comercializará en el mercado estadounidense y Hyundai no ha manifestado su intención de venderla en otras regiones. Sin embargo, al ser un producto diferente de ejemplares como la Toyota Hilux, la Nissan Frontier o la Mitsubishi L200, su único rival directo por ahora sería la recientemente presentada Ford Maverick, y eso podría conferirle una ventaja competitiva, al menos en el corto plazo.