MINI Recharged: la conversión de autos clásicos a eléctricos
Si el Mini clásico hubiese sido concebido en esta época, seguramente tendría un motor eléctrico. Después de todo, el modelo original lanzado en 1959 fue creado durante una crisis de petróleo y se basó en la idea de ahorrar combustible.
El recientemente lanzado proyecto MINI Recharged es una oportunidad para seguir contando la historia del Mini clásico en el siglo XXI, de forma sostenible. Consiste en la conversión de unidades del Mini clásico a un motor eléctrico, lo cual resulta en un vehículo tradicional equipado con tecnología orientada al futuro.
La idea nació incluso antes de que el fabricante británico perteneciente a BMW ofreciera un vehículo completamente eléctrico de nuevo desarrollo con el MINI Cooper SE. Un primer prototipo fue presentado en el ‘autoshow’ de Nueva York del 2018 y las reacciones fueron tan positivas que la fábrica de MINI en Oxford desarrolló el proyecto para ponerlo a disposición de los propietarios de Mini clásicos.
El motor de gasolina se reemplaza por uno eléctrico moderno. Durante la conversión se realizan cambios reversibles, con la intención de que después sea posible regresar el Mini clásico a su estado original, si así lo deseara su propietario. Para ello, el motor original de cada vehículo se marca y almacena.
El nuevo motor eléctrico genera una potencia continua de hasta 120 caballos que permiten al vehículo acelerar de 0 a 100 km/h en aproximadamente nueve segundos. La energía es suministrada por una batería de alto voltaje, que puede cargarse con una potencia de hasta 6.6 kW y le confiere una autonomía aproximada de 160 kilómetros.
En el interior se incluye el característico grupo de instrumentos central, que ahora muestra la temperatura de manejo, la marcha seleccionada, la autonomía y la velocidad.
MINI Recharged ofrece una experiencia de conducción completamente nueva, un tren motriz silencioso y la capacidad de ingresar a zonas donde la circulación ya está restringida e incluso prohibida para vehículos con motor de combustión, en ciudades como Londres, París o Madrid.
MINI Recharged también incluye el aspecto de la economía circular, pues no implica la producción de vehículos nuevos sino la transformación de otros que ya existen. El trabajo se lleva a cabo exclusivamente en el Reino Unido, donde cada vehículo convertido recibe un número individual, lo que lo hace único.