Suzuki Autos pisa el acelerador en el mercado nacional
SZK de Ecuador, representante oficial de autos Suzuki en el país, inició sus operaciones comerciales alrededor del 20 de agosto del año anterior. Sin embargo, en poco más de cuatro meses, hasta el cierre del 2021, la marca japonesa vendió 772 vehículos, lo cual la ubica por encima de otras que acreditan una larga trayectoria en el mercado nacional.
Para conocer las claves de su auspicioso debut y sus expectativas de crecimiento a partir del 2022, Patiotuerca conversó con Sebastián Becerra, gerente de Marketing de SZK del Ecuador, quien respondió esas y otras interrogantes.

¿Cuál es el balance de los primeros meses de operaciones de Suzuki autos en Ecuador?
El 2021 fue clave para nosotros por ser el año de introducción de la marca. Cada mes nos sorprendían las cifras de ventas porque el sector llegaba a niveles prepandemia. Considerábamos que el consumidor no estaba preparado para invertir porque aún había mucha incertidumbre sobre el futuro.
Creo que acertamos al llegar en un momento en el que la gente necesitaba desarrollar un nuevo sentido de pertenencia. Suzuki era una marca con presencia fuerte, con prestigio y buena acogida. Esto impulsó el arranque de la compañía y la apuesta de los accionistas por la reactivación económica. Consideramos que la cantidad de unidades vendidas en poco más de cuatro meses es un éxito rotundo, también porque la marca creció de manera sostenida.
La estrategia se ancló en la apertura de los puntos de venta (nueve a nivel nacional), identificando las plazas donde había una mayor demanda para la marca. Quito y Cuenca nos permitieron ponernos al nivel de marcas que tenían un gran recorrido en el mercado.
A nivel de portafolio de productos, una estrategia que nos dio buenos resultados fue la continuación de la distribución del S-Cross. Esto permitió que el cliente sintiera que no hubo un desfase entre el anterior distribuidor y el nuevo, y la marca no perdiera credibilidad. Otro punto fuerte fue la introducción del Vitara, porque era un nombre con 30 años de trayectoria en el país y tres generaciones. Vimos una oportunidad de reconectarnos con los clientes a través de un vehículo moderno, versátil y eficiente que es un emblema de la marca.
Hay una tendencia hacia la creación de comunidades virtuales y reales especializadas en ciertas marcas y modelos. ¿Está contemplado hacerlo con el Vitara o con el Jimny?
El tema de comunidades es uno de los pilares que evaluamos dentro de la marca, porque genera un fuerte sentido de pertenencia. En el caso de Vitara, había un componente muy nostálgico. Creamos la comunidad de los Suzuki Lovers, que tuvo muy buena respuesta. Cerramos el 2021 en el top 10 de marcas con mayor interacción digital.
También trabajamos con comunidades ya existentes que funcionaban de manera independiente. Establecimos contacto con ellos y fueron los primeros que adquirieron las unidades de la edición limitada del nuevo Jimny. Las comunidades se han convertido en una plataforma de comunicación y de difusión de lo que nosotros hacemos y también de comportamiento de los consumidores.
El escenario digital para nosotros es muy fuerte y deseamos que esto se traslade a experiencias de campo, porque hay un potencial enorme para ese y otros productos que introduciremos más adelante.

¿Qué pueden esperar los seguidores de la marca para el 2022?
El 2022 se plantea como un año muy optimista para nosotros. Los clientes aún han visto muy poco de lo que Suzuki tiene para ofrecer. Planificamos la apertura de nuevas plazas y una ampliación considerable de nuestro portafolio de productos, especialmente en el segmento SUV.
Queremos incorporar las nuevas tecnologías de Suzuki al traer modelos que se adapten a los nuevos requerimientos de los usuarios. Ofreceremos alternativas de movilidad modernas, eficientes, seguras y sostenibles.
¿Se prevé un desabastecimiento por la crisis de los semiconductores y los problemas logísticos que actualmente enfrentan las marcas?
En el 2021 el desabastecimiento de componentes y los problemas logísticos afectaron a toda la industria. Sin embargo, por estar inmersos en una fase de introducción de marca en el país, contamos con un gran apoyo de la matriz de Japón y tuvimos prioridad a nivel de provisión de productos para cumplir con la demanda de los clientes.
No estuvimos desabastecidos, aunque sí un poco limitados en la oferta. Hay una tendencia hacia la inmediatez y eso puede cambiar en estos tiempos. Por eso buscamos asesorar al cliente para que pueda planificar y reservar. En el caso de Jimny, hay una capacidad limitada por un tema de demanda mundial del modelo.
En el caso del transporte hay muchos factores que inciden, pero como importadores tenemos una capacidad de gestión importante con proveedores y socios que nos permite tener los productos a tiempo aquí cuando el cliente los requiera. Hasta ahora hemos salido airosos y vemos que en el 2022 la situación no va a cambiar mucho. Podrán haber tiempos de espera relativamente cortos, a excepción del Jimny, pero no estaremos desabastecidos.
¿SZK del Ecuador se ha fijado objetivos comerciales para el 2022?
El volumen siempre va de la mano de la introducción de nuevos modelos y tenemos algunos escenarios contemplados. Eso sí, queremos ser uno de los jugadores importantes dentro del mercado automotor ecuatoriano y ubicarnos en el top 5 de marcas en los siguientes años.